Estableció en Cáceres un comercio de alimentos en 1903. Se publicitó en la revista
ZURRATONTAINAS de Cáceres, como "pintor adornista", es decir, dedicado a la pintura de habitaciones de casas. Figuró como director de la publicación mencionada posiblemente para evitar litigios a quien era su verdadero director, Eduardo Sánchez Garrido.