Aunque también llevó como subtítulo "Defensor de los Intereses Materiales y Morales de la Provincia y, particularmente de la Capital", la realidad es que tuvo como único objetivo el de servir a su fundador, el maestro de Párvulos
Eduardo Sánchez Garrido, a combatir a
Manuel Castillo, director del Instituto General y Técnico de Cáceres y del diario El Noticiero, y a
Miguel Sánchez de Castro, que dirigía La Educación. Tal antagonismo lo motivaba la implantación en la capital de las escuelas graduadas que Castillo y Castro propugnaban y defendían frente a la unitaria. Ya fuera por cansancio de Garrido o por el de sus contrarios, Zurra-Tontainas finalizó en el séptimo número.
Diego Benito Regidor y
Juan Luis Cordero colaboraron con trabajos breves y ajenos al asunto que motivó la aparición del periódico.