(Sevilla, 1876 - Cáceres, 1931) Tenía un despacho de venta de superfosfatos. Periodista local. Autor de varias obras, entre ellas
La buena educación: Novela escénica (1917) y el monólogo
El dolor supremo (1918). Formó parte de la redacción de los periódicos
EL BLOQUE y
LA MONTAÑA, y en
REVISTA DE MORÓN Y BÉTICO-EXTREMEÑA.