La imprenta de
Constantino Álvarez pasó a denominarse Imprenta de Sucesores de Álvarez al fallecer aquel en 1893 y su esposa al año siguiente. Sus tres hijos, menores de edad entonces, quedaron bajo la tutela del abuelo materno, Claudio Jiménez y de su tío, Eladio Jiménez. Ambos mantuvieron la imprenta, la librería y el taller de encuadernación en el mismo local, en Portal Llano 39, sin perder la referencia a su primer propietario, bajo la razón social de Sucesores de Constantino Álvarez, y con
Gabriel Rosado Jiménez como regente. En estos talleres se imprimió el Boletín O. de la Provincia de Cáceres durante años, y gran parte de los periódicos cacereños. En 1909 esta imprenta sería cedida a una nueva sociedad constituida por acciones bajo la definición de "Imprenta y Librería Católica" y conocida popularmente como la “imprenta de los Curas”.