En 1910 solo había dos imprentas en Trujillo, la de Francisco Quiles Macayo y la que fue de
Benito Peña, establecida en plaza de San Miguel, 1. En el año citado, esta última era propiedad de su sobrino, posiblemente por herencia, y seguía siéndolo en 1928, tal como se significa en los libros y periódicos que de ella salieron. El primero de sus regentes fue el tipógrafo
Ramiro Jiménez Barbado. En 1933 eran 7 los operarios de la imprenta. En 1960 permanecía activa, y con el pie de imprenta ligeramente modificado: Imprenta de Sobrinos de Benito Peña. En su librería se vendía las vistas fotográficas de Trujillo tomadas por G. Guerra.