Joaquín Sánchez López era propietario de la imprenta que, entre 1921 y 1937 al menos, sostuvo el ya antiguo título de La Económica. Domiciliada en plaza de la Constitución 11 y con cuatro máquinas movidas por electricidad editó trabajos de alta calidad tipográfica, entre ellos una colección de tarjetas postales. Joaquín Sánchez atendió al mismo tiempo la papelería y la librería, orientadas al ámbito escolar y religioso. A partir de 1923 sustituye la referencia a La Económica con su propio nombre.