Máximo Solano Solís tomó en 1924 el traspaso de la antigua imprenta de
D. Nicolás Mª Jiménez a su nieto, Ramón Jiménez. La nueva titularidad se publicitaba con el añadido de “sucesor de Jiménez” como garantía del trabajo de calidad. Ocupó el mismo local del Portal Llano, 19 en la Plaza Mayor y abrió librería y taller de encuadernación hasta su cierre. En 1933 era regente
Manuel Barra Machacón, oficial de 1ª y formaban la plantilla 12 operarios. Sin embargo, la imprenta cerró en torno a 1940.