En el nº 8 de la calle José Antonio instaló el impresor, Antonio
Ávila Palacios, poco antes de 1930, su imprenta y librería. En 1936 la trasladaría al Paseo de San Francisco. En 1947 estaba a su cargo
Antonio Ávila Benítez, secretario del Juzgado Municipal y, probablemente familiar directo del primero citado. Figuraba, en todo cuanto imprimía, la razón social “Imprenta del Sr. Ávila”, sin embargo el nombre oficial de la misma fue el de “Imprenta La Ibérica”. En 1966 se mantenía activa. En octubre 2008 se inauguró en la localidad el Museo Etnográfico Municipal, que dedicó una de sus salas a la imprenta local con maquinaria y efectos cedidos por la imprenta Ávila.