Establecimiento que también acuñó el título de Imprenta de El Eco de Extremadura, cabecera del periódico que dio lugar a su instalación en 1860. Ante la subida repentina de los precios de impresión los responsables de dicho periódico decidieron instalar una nueva imprenta. Ubicada primero en la calle de Moros 50 pasó a la de Audiencia 9, Cortes 40, Sancti Spiritus 2 y, finalmente a Piñuelas 12.
Santiago Muñoz Bello se declaraba impresor y editor responsable de dicho periódico. Sería tomada en traspaso por
Santiago Fernández Jiménez, uno de los socios de los hermanos Muñoz Bello en 1872.