García Floriano Cumbreño, cajista minervista, heredó la imprenta y taller de encuadernación de su padre en 1925. La mantuvo durante un tiempo en su ubicación inicial, Portal Llano 39, en la Plaza Mayor, hasta su traslado definitivo en 1933 a las Afueras de Carrasco 40.
Narciso Sergio Dorado, desde 1927 actuó de regente de estos talleres tipográficos. A partir de 1948, hasta su cierre en 1959, figuró como Imprenta y Encuadernación de la Viuda de García Floriano.