Debe su nombre al de la primera máquina de impresión empleada en ella, una “Victoria” alemana. Abierta en 1928 por sus propietarios,
Julián Pérez Bravo, operario de los talleres de José Hontiveros, y por
Pablo Sanguino. Ambos socios inauguraron “La Victoria” en la calle de Valdegamas 6. La imprenta pasaría después a la de Talavera 20; finalmente, en calle de la Merced 5, en un establecimiento adaptado a las exigencias de los tiempos en el campo de la impresión y de las artes gráficas.