Su edición, que acompañaría a cada nº del periódico El Eco de Zafra, fue idea de
José Mª Lama que evocó, para signarlo, el nombre con el que griegos y romanos designaron a la isla situada en “el norte más distante”. La salida del nº 2 hizo replantear a sus responsables algunas modificaciones que hacen pensar que pudo ser el último,