Joaquín Soto Rodríguez, maestro de Primera Enseñanza Superior, dirigió esta publicación que al parecer salió con idea de favorecer a un candidato en la elección de habilitado del Magisterio, por lo que, desaparecida la causa que motivó su salida, no hubo razón para su mantenimiento y dejó de publicarse. En 1887 inicia una segunda época, también muy breve. Como administrador figuró
Elías Marqués y Pérez (Crónica de Badajoz, 12 de febrero de 1885, p. 2; Gómez Villafranca,
La Prensa de Badajoz, p. 177).