Publicación dominical nacida al calor de las asambleas parroquiales que se celebraron en Cáceres a iniciativa del obispo de Cona, [nrespo=913]Pedro Segura Sáez[/nresp], quien concedía 50 días de indulgencias al lector de esta publicación. Su contenido estaba formado por artículos sobre los deberes del buen feligrés para con su parroquia, los cultos a celebrar en la misma, el santoral de la semana, movimiento parroquial, comentario al evangelio. En este caso, editada por la parroquia de Santiago, incluyó poemas de [nrespo=501]Lorenzo López Cruz[/nresp] y trabajos de
Antonio Floriano sobre la historia y el arte de la iglesia de Santiago.