Se trata de una publicación oficial, editada por la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología y redactada por Ana García Ortiz, que va a sufrir en distintas ocasiones incomprensibles modificaciones en su cabecera. Así, sucedió al titulado EL PERIÓDICO EXTREMEÑO DEL ESTUDIANTE y, finalmente, en enero de 2002 el nº 60 será rebautizado como
LA GACETA EXTREMEÑA DE LA EDUCACIÓN, finalizando así una etapa en la que los estudiantes extremeños dispusieron por primera vez de un medio exclusivo para exponer sus inquietudes y escribir artículos donde expresar impresiones y sugerencias.