No se trata de una continuación de la revista de igual título ya reseñada,
La Aurora. En esta ocasión sus responsables se significan como "juventud católica". Es un semanario del que solo conocemos su cuarto número y por su lectura que contó con Eduardo Gutiérrez como redactor y con la colaboración de
Leon Leal Ramos, Máximo Peralta y Mauro Gómez. Abunda el seudónimo por lo que dificulta, en algunos casos conocer la identidad de su usuario.