Periódico político citado en El Avisador de Badajoz (22 de enero de 1885, p. 3) que denuncia a "un masón de Almendralejo” que ha puesto en entredicho el honor de una persona respetable valiéndose de las columnas de Diario de Badajoz y de El Motín, también de Badajoz.
Eduardo Sánchez Garrido, antes de evolucionar hacia ideas conservadoras, consideraba a este periódico" único de la región merecedor de ser leído con algún provecho y cierta cantidad de complacencia"; también reconocía las limitaciones que El Motín se imponía: propaganda del ideal republicano y"guerra sin tregua ni cuartel a los individuos de una clase, la cual, dígase cuanto quiera, no toda es merecedora por completo de censuras, rechiflas y anatemas" (Las Antorchas, nº 1, 21 de noviembre de 1886).