Su aparición tuvo una notable acogida. La prensa regional saludó elogiosamente al nuevo compañero pronosticándole gran éxito, "dada la capacidad y el aliento de sus organizadores" (Norma, marzo 1946), y "el empaque y altura de gran revista" (Hoy, marzo 1946). Pero las dificultades, al parecer de orden técnico y de suministro aparecieron pronto, reflejándose en la alteración de la periodicidad prevista que pasó a ser quincenal. La dirección, en manos de Fernando Sánchez Sampedro, y la redacción, consciente de los defectos de fondo y forma de la nueva publicación, trató de aliviarlos con una mejor impresión tipográfica aunque la imprenta pacense no estaba en su mejor momento, y con un contenido más completo y ajustado a las necesidades del lector y al que contribuyeron acreditados escritores extremeños. Intentó captar al público femenino a cuyos intereses de entonces dedica varias páginas.