Las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX alzaron un tipo de publicación que ya era llamada “almanaque” aunque también se les llamó lunarios, calendarios y demás. El almanaque venía a ser un librito de unas 200 páginas, en el que se hacía un repaso al año que llegaba, pronósticos del tiempo. acompañado de otros contenidos, así como secciones de carácter literario y humorístico. Finalizada su actualidad perdía la utilidad que lo hizo nacer y también su valoración y estima, de aquí que sean escasas las piezas que ofrece el mercado del libro antiguo. A ojos de hoy es una verdadera revista, portadora de una mezcla singular de lo académico y lo popular sin rozaduras. Los almanaques surgidos en Extremadura se deben a la iniciativa de jóvenes escritores locales. editados en pequeño formato y con más de 200 páginas. A estas notas responde El Extremeño al recoger noticias y datos de interés como calendario, santoral, pronóstico meteorológico e incorpora una parte lúdica y literaria: artículos en tono de humor, poesía, cuentos, epigramas, chascarrillo, fábulas, sentencias, anécdotas, etc. Confeccionada por notorios escritores pacenses y periodistas del periódico
Crónica de Badajoz. El Almanaque de 1867 salió "dispuesto y arreglado para las provincias de Badajoz y Cáceres”.y con el fin de favorecer su compra se publicó por entregas, a dos cuartos el ejemplar. El correspondiente a 1868 tiene el mismo planteamiento y los mismos autores (El Avisador de Badajoz, 18 de octubre de 1866, p. 2; Crónica de Badajoz, febrero de 1867, p. 3).“Ilustradísiimo Almanaque satírico literario, o sea calendario de padre y muy señor mío para el año de 1867, Y sigue más adelante: El Extremeño es un almanaque literario, es decir, que tiene letras….consta de más de 200 páginas en cuarto.