Primero fue literario; a partir de su nº 6 se presentó como periódico político y defensor de los intereses materiales de Extremadura. En junio de 1899 deja de publicarse al abandonar la dirección del mismo su responsable ante discrepancias surgidas en la redacción. (La Región, Trujillo, nº 170, 25 de junio de 1899). Aparece la firma de
Fernando Bustamante.