Sucedió al periódico titulado
La Voz de Trujillo. Se erigió en defensor de la situación liberal democrática y de la política de Maura (nº 4). Trató extensamente la cuestión de los ferrocarriles extremeños y de las repercusiones que su `paso podía tener sobre Trujillo. Intervino en la campaña contra la plaga de langosta que en 1903 dejó esquilmados los campos de la provincia de Cáceres. Único periódico provincial que se sumó a la celebración del I Centenario del Dos de Mayo de 1808, invitación que la
Revista de Extremadura había lanzado a la prensa extremeña. Se publicaba aún en 1914 (El Bloque, 12 de mayo de 1914, p. 3).