Se trata del dominical dirigido inicialmente por Federico Donaire Domínguez y luego, en 1911, al ser nombrado éste director de EL TIEMPO, periódico de Cáceres, por Antonio Mendoza Montánchez. Tuvo como propósito formar un estado de opinión entre los explotadores de Valencia de Alcántara, "combatir al cacique, la inmoralidad y el chanchullo" (nº 1) y en este intento sufrió denuncias judiciales. En sus páginas manifestó siempre ideas conservadoras. En noviembre de 1912 aún se publicaba.