Tomó título de la toponimia urbana de Mérida, del sitio conocido como "el Chorrillo" que daría nombre a la calle de Atarazanas. Publicación de breve existencia inspirada por el periodista
Francisco Chacón Ramos (A. Guerra, Revista de Estudios Extremeños t. 31, 1º, p. 17); sin embargo, J. Vila (Extremadura..., p. 60) sitúa este periódico entre los desaparecidos por decreto en 1936.