Periódico conservador fundado por Álvaro de Jaraquemada, Francisco Claros y Carlos Montero, cuya política defendió a pesar de declararse independiente de toda idea partidista. Debería haberse titulado "el amigo de todas las situaciones", según La Crónica de Badajoz. Se confiesa como católico, apostólico y romano lo que no evitó ser recriminado por
EL AVISADOR DE BADAJOZ por publicar ciertas novelas "plagadas de infames verduras y saturadas de inmoralidad". Fue director-propietario José Moro y Domínguez., en enero de 1886 se hizo cargo de la dirección
Indalecio Blanco, jefe del partido conservador de la provincia de Badajoz en cuyo establecimiento tipográfico se hacía el periódico (Crónica de Badajoz, 8 de julio de 1885, p. 3, y 6 de enero de 1886, p. 2).