Vicente Rodríguez, que lo fue casi todo en la revista, fundador, editor, director e impresor, se propuso una labor enciclopédica como era la de difundir lo más sobresaliente de la actividad humana de cada pueblo de Extremadura (nº 1). El primer nº estuvo dedicado a Azuaga (Correo de la Mañana, 25 de mayo de 1917, p. 2).