La revista toma el nombre de uno de los libros que hoy forman la llamada Biblioteca de Barcarrota. Se ocupa de todo lo concerniente a los libros y, por tanto, de los autores. En este sentido es una de las primeras de Extremadura de las de este carácter. El nº 5 y último estuvo dedicado a divulgar el papel de las escritoras extremeñas desde el siglo XVI al XXI.