En 1912,
Santos Floriano González adquirió el traspaso de la Imprenta Católica más conocida por “imprenta de los curas”, antiguo y acreditado establecimiento en Portal Llano 39, que el nuevo propietario reformó notablemente. Puso al frente, como gerente de la misma, a
Gabriel Rosado Jiménez. Al fallecimiento de Santos Floriano en 1925 la imprenta pasó por herencia a su hijo,
García Floriano Cumbreño, Uno de sus primeros trabajos tipográficos salido de ella fue ”El canto del profeta. Poema en prosa”, con prólogo de Pio Baroja, por Antonio C. Floriano (1912).